“Nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde”. La vida trata de que cada día nosotros como seres humanos encontremos la felicidad y, en el proceso, nos toparemos con distintos retos los cuales probablemente nos hagan más fuertes o al menos más responsables. Lo digo por experiencia…
Hace casi 2 años tuve un percance que literalmente cambió mi vida. No solamente me volví más maduro, sino que también entendí el valor de la vida. Esta experiencia me llevó a estar hospitalizado por varios días y en reposo por muchos más. Durante este tiempo yo simplemente no encontraba qué hacer con mi vida, puesto que no podía hacer ninguna actividad deportiva, no podía recibir muchas visitas y la mayor parte de mi tiempo debía de estar acostado.
Pero había una cosa que sin duda podía seguir haciendo, pensar. Así que durante todos esos días reflexionaba en lo que pudiera estar haciendo en ese momento si no fuera por lo que me había sucedido. Y no saben en cuántas actividades pensaba, desde deportivas hasta recreativas o de convivencia, las cuales en ese momento no podía ejecutar. Era tanta mi desesperación que me prometí una cosa, siempre estar activo en distintas situaciones y, lo más importante, vivir cada uno de esos momentos como si fueran los últimos de mi vida.
Esto me llevó a cumplir una infinidad de objetivos: estar al 100% físicamente, salir de mi zona de confort y conocer muchas más personas, hablar sin temor ante un grupo grande de personas, estar seguro de mí mismo en cada momento, practicar nuevos deportes, no tenerle miedo al fracaso, no dejar para mañana lo que puedo hacer hoy y, lo más importante, como lo exprese anteriormente, vivir cada momento como si fuera el último.
na de las reflexiones que más me ayudó a entender el valor de la vida fue que hay posibilidades de que mañana no estemos presentes en este mudo para cumplir nuestras metas y es por eso que cada día debemos tratar de acercarnos más a nuestros objetivos, porque yo no me quería ver en el escenario en el que no estuviera satisfecho con lo había aportado a este mundo al final de mi vida.
Este hecho prácticamente cambió la forma en la que yo vivía, me enseñó a tomar en cuenta que si quiero lograr algo, el tiempo es valioso; que las personas que me rodean son las mismas que me ayudarán a salir adelante en momentos difíciles y creo que lo más importante en esta vida es eso, encontrar tu forma de vivirla, disfrutando de ella y haciendo lo que más te gusta.